Nos mataron la vaca

Hace unos pocos días me contaron esta historia:

Un señor feudal recorría sus tierras cuando se acerca a una casita humilde en el límite de su propiedad. Esa noche había tormenta eléctrica y decidió tocar para que le permitieran guarecerse de la lluvia. Afuera de la casa había una vaca.

Dentro de la casa le sirvieron una modesta comida, cuando les preguntó que como lograban sobrevivir los habitantes le explicaron que gracias a la leche que les daba la vaca ellos la vendían, y que también vendían quesos, crema y mantequilla con lo que les alcanzaba para vivir modestamente.

Después de agradecer la hospitalidad el señor feudal salió y le ordenó al criado que espantara la vaca. La vaca salió corriendo y se cayó por un despeñadero.

Un par de años después el señor feudal volvió a recorrer esa parte de sus tierras y le sorprendió encontrar una casa mucho más grande, un rebaño de ovejas y varias comodidades. Intrigado tocó la puerta y le preguntó al hombre que abrió que qué había pasado.

El campesino le contesta, verá usted hace un par de años hubo una tormenta muy fuerte, supongo que los truenos espantaron a la vaca que salió huyendo y se cayo por el despeñadero. Al ver que ya no podía vivir del producto de la vaca tuve que buscar nuevas alternativas y comencé un pequeño negocio con la lana. Hoy estoy mucho mejor gracias a mis negocios con las ovejas.

Ayer mi esposo me avisó que nos habían matado su vaca. Ahora sólo nos resta buscar a nuestras ovejas y seguir adelante.