martes, enero 18, 2011

Idilio con mi libro.

El otoño había llegado a mi libro favorito que debido al paso de los años y a ser leído una y otra vez comenzaba a deshojarse. A pesar de tener otras dos ediciones prácticamente nuevas del mismo libro, cada que la nostalgia me atacaba volvía siempre al libro viejo y a punto de desbaratarse. 

En algunas hojas amarillentas se veían marcas de mis dedos llenos de chocolate, manchas de vino, un par de tenues rayas hechas con lápiz 2B, tinta de la pluma que se chorreo un día en la mochila, grasa salpicada de comer de prisa con él a un lado, lágrimas secas. El libro además de su historia contaba, para quien supiera leerlo, mi historia. ¡Cómo olvidar la vez que te lo aventé a la cabeza y cayó sobre tu mesa de noche derramando tu loción si el papel aún huele a ti!

Mi amado libro fue almohada, consejero, paraguas, parasol, servilleta, block de notas, ancla, velas... 

Hay pasajes que prácticamente me sé de memoria y de todas formas me emocionaba leerlos. Pero en particular la piel se me erizab cuando justo en la página 77 veía mis iniciales garigoleadas en una esquina. Ese libro me pertenece y yo le pertenezco. 

Recuerdo que torciste la boca la primera vez que lo viste, y aunque en ese tiempo yo vivía buscanto tu aprobación, aún así se convirtió en uno de mis favoritos. Ese libro estuvo mucho más cerca de mi de lo que ni tú ni nadie han estado jamás.

lunes, enero 17, 2011

Año primo.

Hay veces que una busca cualquier pretexto pendejo para pensar que 'el año que comienza' tiene que ser mejor. Cuando llegó el 2010 muchos dijimos que tendría que ser un gran año pues era divisible entre 1, 2, 3, 5, 10, etc... la realidad es que fue una chingadera de año. Así que ahora nos vamos al otro extremo y decimos que 2011 tiene que ser un gran año pues es un año primo... cocowash que le llaman.

La realidad es que pasando la primer quincena va pintando para un año bastante balanceadito, ya ha habido grandes putadas y un par de cosas positivas, veamos a final de año de cuales cosas me acuerdo más.

Este año me ha costado mucho más arrancarme a leer y escribir de nuevo, debo tener algún bloqueo mental que me impide concentrarme, no pasan ni dos minutos cuando ya estoy con la cabeza en otro lado, a ratos sólo quisiera poder formatearme el cerebro y cargarle de nuevo el sistema operativo, deshacerme de errores de registro por instalar y desinstalar tantas cosas en mi vida y seguir adelante.

Me gusta pensar que la vida es cada día una hoja en blanco, pero cuando has escrito fuerte en las hojas anteriores se quedan las marcas, por más en blanco que esté el papel. Algo en blanco no es necesariamente algo vacío, a veces sólo basta ver las cosas bajo la luz adecuada para entenderlo.

Hay cosas que cuando las obtienes no entiendes cómo podías vivir sin ellas, es duro darse cuenta del vacío que habías tenido y peor darte cuenta que no sabes cuánto te van a durar... descubrirlas tan tarde siempre es una putada. Miradas que te han hecho falta toda la vida, pero no sabes cuanto te van a durar y duele.

Me repito una y otra vez que" las cosas durarán el tiempo que tengan que durar", "lo bueno, si breve, dos veces bueno". pero no deja de ser un torpe intento de mi parte para no aceptar eso que lleva doliendo tanto tiempo.

No queda más que seguir adelante, trabajar en lo que se tiene y enfocarse en el presente. Sólo así.