lunes, abril 11, 2011

Viajes al pasado, cortesía de reencuentros estudiantiles

El sábado fue la reunión anual con los ex-compañeros de la prepa. Como cada año agarré a mi mejor amiga y me lancé con mucho morbo a ver en qué se habían convertido esa partida de rufianes con los que estudié.

Desde larva y hasta la prepa fui una odiosísima nerda, nada de grandes fiestas, ni de muchos amigos, ni de irme de pinta ni mucho menos de salir con nadie.

Estudié en colegios religiosos y buena parte de los años que pasé ahí recluída les compré el cuento. Dedicaba parte de los descansos para ir a misa o a la biblioteca. Siempre estudiando, leyendo y escribiendo. Luego, un triste día la venda se me cayó de los ojos al descubrir la hipocresía de los sacerdotes que dirigían el instituto. Fue al final de la prepa y eso me dejó lista para el radical cambio que sufrí durante mi paso por la Facultad de Ingeniería de la UNAM. 

Resulta lógico que aquellos a quienes no veía desde esa época se sorprendan de lo cambiada que estoy, que no me reconozcan y que la mayoría ni me recuerden. Debe ser muy incómodo ver después de años a la chavita a la que molestaban.

A mi me da risa enterarme de lo que ha sido de quienes me agarraban de puerquito, con los años vino la certeza de que no eran ni mejores ni peores personas que yo, que está bien ser diferente, que en realidad nunca fui menos como algunos se empeñaban en hacerme sentir.

Algunos me dan muchísima pena, siguen instalados en su papel de fingir por encajar, sin darse cuenta que al paso de los años las máscaras se ven gastadas y acabadas, que algunos nos damos cuenta que no son tan geniales como quieren aparentar. Algunas poses les resultaron a los dieciséis años, a los treinta y tantos resulta un triste espectáculo... caricaturas de lo que fueron alguna vez.

1 comentario:

Workaholica dijo...

Suele suceder mi A...

Los que eran muy populares y admirados/as por su físico... ahora sean una sarta de gordos pelones y viejas fodongas... ya me tocó verlo...

Me pasa como a ti... aunque no me molestaban, yo siempre "pululé" con un perfil bajo... cuando los volví a ver, me encantó ver sus caritas de sorpresa al reconocerme... jejeje...