Un día, sin más, nos llenamos de ganas, de letras, de imágenes y enfrentamos la vida como se enfrenta el agua fría de la ducha, de golpe y sin pensárnoslo demasiado.
Y nos damos cuenta que ni es tan grave, que ni fue tan complicado y que todo este tiempo sólo nos estaban faltando las ganas, ni el momento perfecto ni la mítica conjunción de los astros.
Porque muchísimas veces se nos olvida, enfrascados en el trajín diario de la sobreviviencia, que simplemente hay que vivir, fluir y pasar, entregarnos y amar.
Un día, sin más, nos acordamos que sólo nos hace falta querer hacerlo.
1 comentario:
¡Hello!
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