El sábado fui a la reunión de ex-compañeros de la prepa, estábamos festejando que este 2010 se cumplen 15 años de que salimos.
La reunión fue divertida, interesante y nostálgica. Mi corazoncito saltaba cada que reencontraba una conocida cara ausente en mi panorama por casi 15 años. Corto se me hacía el tiempo para ponernos al día de lo que había ocurrido en nuestras vidas en este tiempo, y con más de uno quería yo estar pegada como lapa.
Y es que muchos de ellos guardan pedacitos de mi vida, algunos pedacitos que yo preferiría olvidar ciertamente, pero igual forman parte del todo que es Alletta.
En la prepa no lo pasé muy bien, era la típica nerd sin mucho contacto social fuera de mi grupito, desde siempre he despreciado la estupidez humana y en una época en la que ser estúpido es la regla hasta lógico parece que los despreciara y me despreciara a mi misma. Fue hasta la uni cuando aprendí -de la manera difícil- que se vale ser estúpido a veces y que la vida no hay que tomarla muy en serios pues de cualquier forma no saldremos vivos de ella.
La prepa no es ni de lejos la mejor época de mi vida, no fue una etapa divertida, pero sí fue un momento que me ayudó mucho a crecer y sin duda formó buena parte de lo que soy y cómo soy. Gracias a eso hoy no necesito de 'pertenecer' para sentirme feliz, no me asusta mi soledad y disfruto mucho de mi compañía. Hoy los vuelvo a ver y lo primero que viene a mi memoria no son los malos ratos sino todo lo bueno que compartimos. Esos momentos en los que éramos un todo, las memorias compartidas.
Volver a verlos a muchos casados y con hijos, algunos eternos solteros, bastantes divorciados, con más kilos y menos pelo que hace 15 años es sin duda un experimento divertido. No entiendo a quienes dicen que no les interesa tener contacto con viejos compañeros, muchas veces de esos reencuentros pueden surgir relaciones reinventadas muy valiosas, en ningún lugar está escrito que se tengan que mantener los roles del pasado. Es como conocer a alguien nuevo, pero con un colchoncito de tener un pasado compartido.
Y prueba de lo anterior fue la foto no tomada de mi reencuentro con un par que pasaron de ser los dos hombres que más quería yo en la secundaria a volverse aquellos a quien más despreciaba, y que más dolor me causaron. El sábado nos vimos de frente y un honesto abrazo nos nació del alma, nunca volveremos a ser los mejores amigos pero al menos verlos ya no duele. Eso sí, yo creo que si se aparece ella entonces ya la ecuación no funciona jajaja
Por lo pronto tengo pendiente reuniones en corto con algunos, hace falta sentarse y charlar largamente sin tanto ruido de fondo y sin ser interrumpidos cada dos segundos por otro entusiasta ex-compañero. Porque no era agradable estar con alguien y que apareciera otro y se lo llevara al chisme dejándote a medio lavadero ;)
Quiero pensar que si reaparecieron es porque es el mejor momento para ello, ya estaré contando como van ciertos negocios.