Un rato después llegó una camioneta muy padre manejada por un chofer malencarado. Se bajó la señora de la casa, una chavita de entre 23 y 25 años. Hasta eso nada mamona la muchacha.
Cuando buscábamos la mejor ubicación para el panel de control me dio mucha risa las caras que hacía y la manera tan simpática como torcía la nariz con cada propuesta de los técnicos. Vamos se nota que ha puesto mucho cuidado en lograr su perfecta decoración minimalista de su nueva casa (parecía recién casada) como para que llegue una bola de salvajes a dañar por completo el concepto.
Después comentamos que esas chavas tienen la vida resuelta y su más grande preocupación en la vida es verse bien y que todo su entorno se vea bien.
Un compañero me contaba que al menos esta chica no era sangrona, que en una ocasión le tocó una señora que le regresó al técnico que tenía que instalar la alarma y todo porque el desdichado fulano era feo como pegarle a Cristo en viernes santo. Yo me pregunto ¿lo quería para que le instalara la alarma o para que se la cogiera?
En fin, el dinero no hace mamonas a las personas es más bien cuestión de educación.
Bueno chicos sé que no he posteado mucho últimamente pero además de la falta de red esta semana estuve enfermita. Yo creo que a partir de hoy postearé una vez a la semana, quizá más pero seguro paseen por aquí los lunes y encontrarán mi más reciente creación. Un abrazo a todos y prometo pronto contestar todos sus posts