Un día cualquiera te devora la ausencia y no dices ni "mu".
Alguien me dijo "estar a la distancia no es realmente estar"... Me cuesta trabajo estar de acuerdo por completo con esa afirmación, claro que hay veces que deseamos contar con alguien con sólo extender la mano, pero hay veces que se prefiere una respuesta profunda a una respuesta inmediata.
La 'inmediatez' a la que nos está (mal)acostumbrando la red es peligrosa, antes mandabas una carta y esperabas pacientemente la respuesta, hoy pulsas el send y esperas al primer F5 obtener un mensaje de vuelta.
No niego que me frustra revisar El Correo cada día en busca de respuestas a mensajes enviados y no encontrarlos, pero usualmente cuando aparece la respuesta ansiada te das cuenta que valió la pena la espera, que hay por quienes siempre vale la pena esperar.
Incluso hay veces en las que no esperas respuestas sino señales, señales de que tú le haces tanta falta como esa persona a ti, que cuando se quiebra desea tenerte a su lado, pero particularmente certezas de que también se quiebra, que también te necesita, que dependen el uno del otro para mantenerse a flote a pesar de todo y de todos. Certezas de que siguen siendo, en algún nivel, los mismos de siempre aunque haya cambiado todo tanto, aunque hayamos cambiado tanto.
Conforme pasan los años nos volvemos complicados, ya no somos simplemente nosotros, ahora somos nosotros y nuestras circunstancias, tan buenas o tan malas como cada historia, sumando y restando.
Nada supera el hablar de frente con esa persona, el perderte en su mirada, el colgarte como koala, el sentir su tibieza, olerle... pero mientras no podamos estar cerca me seguiré conformando con enviarle mis letras y esperar las suyas de vuelta, cuando el momento sea propicio, como un ridículo sustituto de su presencia, hasta que la vida nos coloque de nuevo en el mismo escenario.
Porque el extrañarle no permite el olvido, aquí, hoy y siempre, hasta que pueda volver.
2 comentarios:
Breve, pero profundo. Hace poco que vengo leyéndote y me gusta. Me hiciste pensar que la distancia suele convertirse en un vínculo más fuerte que la presencia que todos preferimos (por táctil,supongo). Y también me hiciste recordar que gracias a cierta distancia, un tiempo estuve unido a una hermosa mujer en la mágica combinación de sus números y mis letras. Saludos @skynetchess
me gusta lo que escribiste y concuerdo contigo, no hay nada mejor que el contacto personal, pero todavía recuerdo mi entusiasmo al recibir una carta de papel, de hecho voy a volver a ese viejo hábito
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