Hay días, como hoy, que lo único que quisiera es irme a la Serpiente de CU con algún buen libro y quedarme como Humpty Dumpty viendo pasar el tiempo y descifrando mis letras. Creo que lo que más extraño de mi etapa de estudihambre era el poder simplemente escaparme cuando me comenzaba a sentir agobiada, tomarme un par de horas y volver renovada a enfrentarme a lo que viniera, un examen complicado, un mal de amores, o lo que fuera.
Algunos de mis escritos más sentidos los hice justo ahí encima, en muchos se podían ver las huellas que algunas lágrimas dejaron sobre el papel. Cuando creía que no podía contener en mi pecho tanta impotencia el aire que la rodeaba se llenaba de mi grito. Si alguna vez tenía que elegir y la competencia era cerrada sus piedras siempre me ayudaron a tomar la mejor opción. El día que no quería compartir con ningún mortal una alegría prohibida fue en sus jorobas donde pasé horas sentada con una estúpida sonrisa pintada en el rostro.
La serpiente de CU fue mi cómplice y mi apoyo en momentos buenos y malos, privados o públicos. Confidente de los secretos que me hacían vibrar para después derrumbarme. Fiel guardián de mis triunfos y derrotas.
Hace tanto que mis manos no acarician su roca, que mis pies no la recorren entera. Hace tanto que no estoy a solas con una de mis mejores amigas y la extraño.
3 comentarios:
¡Vaya que si puedo entenderte! En mi caso yo tengo en esos quereres al Museo de Historia Mexicano en el centro de Monterrey. Aprovechaba que los miércoles eran gratis y me daba por repasar "no importa cuántas veces" el mismo recorrido por la historia que, en realidad, representaba el recorrido que hacía de mí misma y las ocurrencias del momento.
Pero quizá más que el lugar, lo que se extraña es tener la posibilidad de poner un alto cuando fuera necesario, al detenerte en la serpiente de CU era quizá como la fantasía de contar con el control en tu propia vida y detener lo que necesitaras para hacer lo que debías. Al menos, a veces me pasa que siento como si hubiera perdido esa habilidad. Imagino que al ser adultos se supondría que no necesitemos tanto tiempo ni tanta chance para actuar y disfrutar lo hecho; pero ahora creo que no tiene que ser así.
Te deseo que pronto, si así lo requieres, te des una chance para visitar a tu vieja amiga. Seguro te está esperando :D
Domaste una serpiente con los sentimientos que al momento se te presentaran, la hiciste cómplice y fiel confidente de lo que por tu menta corría y tu corazón sentía.
Tal vez en tu otra vida fuiste serpiente, silenciosa, camuflageada y letal.
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