Crónica de una...[inserte situación]... anunciada

...no vamos a pelear por tonterías, los dos bien sabemos como termina esto...

¿Cuántas veces habré escuchado esas líneas a lo largo de mis casi 32 años de vida? Muchísimas sin duda, pero ¿en verdad sabemos como terminan los asuntos?

¿Qué pasa cuando sabemos que actuar de determinada forma "siempre" termina igual (ya sea para bien o para mal, vamos creo que funciona de forma muy parecida) pero un día por alguna causa el final no es lo que esperamos? Necesariamente nos sentiremos sorprendidos (insisto para bien o para mal)

Me parece demasiado presuntuoso creer que las cosas van a terminar de cierto modo únicamente porque así han terminado en el pasado, es como tirar la toalla, renunciar por anticipado a la posibilidad de que el tiempo nos haya enseñado algo, creer que no vale la pena intentarlo porque vamos a fracasar o que no vale la pena esforzarse porque de cualquier forma conseguiremos nuestro objetivo.

Y así las cosas vamos viviendo una rutina cada vez más monótona, vamos dejando de intentar o dejando de innovar, en pocas palabras nos vamos dejando de arriesgar.

Me imagino un niño aprendiendo a andar en bicicleta, si cada que da la vuelta en cierta esquina se cae podría pensar que para qué dar la vuelta en esa esquina pues ya sabe como termina el asunto (él en el piso con las rodillas raspadas) y quizá pudiera vivir muy tranquilo dándo vueltas en todas las demás esquinas del mundo, pero ya desde ahí está limitando su propia libertad y su propia vida.

Romper paradigmas no es cosa sencilla, pero en estos tiempos de incertidumbre más vale arriesgarse y saltar a quedarse sentado y que un día "te caigan" por no arrojarte  y que "te caigas"

Pero bueno ya sabemos como terminan estos post amarguetas de lunes en martes con más preguntas que respuestas de las que se tenían antes de comenzar a escribir.