Además de todo lo malo que nos deja la rutina también hay que aprecierle lo bueno que tiene. Primeramente nos da tranquilidad y confianza, nos ayuda a enfrentar el miedo al cambio y lo novedoso y nos entrega una buena cantidad de familarmente extraños.
El micro que tomo cada mañana para ir al trabajo tarda de 15 a 20 minutos en pasar, por lo tanto es muy común encontrar a la misma gente día con día. El señor gordito que va dormido, la chavita que va maquillándose, la esclava de la moda, el oficinista que siempre dice buenos días, el cuate que trabaja en el edificio de junto, el chico de la mochilota estorbosa, etc.
No conozco sus nombres, mucho menos sus historias, me gusta darme cuenta de que son personas como yo, hay días que se les ve tristes, cansados, muy alegres, muy arreglados, en la facha total. Detrás de cada uno de ellos hay una historia, y comparten conmigo un pedacito de vida cada día.
Esto era muy común en la universidad. Cada mañana al llegar a desayunar a la cafetería me sentía como en casa al reconocer tantas caras. Con el paso de los meses algunos llegaron a ser considerados cuates, ya nos sentábamos en la misma mesa y compartíamos historias. Muchos otros sólo nos reconocíamos con las miradas, pero echábamos de menos a algún ausente.
Valoro mucho a mis queridos extraños, de algún modo cada día me dan la certeza de que todo va bien y que el mundo sigue siendo el mismo que he conocido.
Ustedes tienen a sus queridos extraños?
5 comentarios:
alguna vez invitaste a un querido extraño a salir?
Yo si, estaba en la secundaria y en el micro se subia una chica de otra escuela que ME FASCINABA!!! un dia, solo me acerque, y le di en un papel mi telefono. Me hablo un dia, pero no me quiso dar su numero, me quede esperando nuevamente la llamada o volverla a ver. Ya jamas la volvi a ver.
Pues mis "familiarmente extraños" son ustedes a los que leo y a los que envío de vez en vez un comentario. Saludos, buen fin.
Por ahi donde me estacionaba antes, hay un Sr. de una casa que siempre me saludaba aunque nunca lo habia visto, un dia que no habia lugar me dejó estacionarme en su entrada, hicimos platica y salió que me estaba confundiendo con otra persona que segun el se parece mucho a mi, en fin nos hicimos amigos y de vez en cuando me deja estacionar.
Familiarmente extraños... Mmmm, a lo mejor los mismos vendedores de las esquinas por las que paso diario...
si, si tengo hasta me siento aliviada cuando los veo, porque se que no se me hizo tarde para llegar al trabajo,
en el metro, hay 2 mujes que me encuentro de ida y hay veces que hasta de regreso.
¿para alguien sere su familiar extraño? y me reconocera de vez en cuando.? espero que si!!
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