sábado, agosto 21, 2010

De vuelta al pasado.

Lo vi por los cristales, salté las mesas y sillas que nos separaban. Agité mi mano para llamar su atención. En el momento que nuestras miradas chocaron el mundo se detuvo un segundo, sendas sonrisas iluminaron nuestros rostros y corrimos a abrazarnos.
18 años resumidos en un abrazo que sin palabras lo dijo todo, esa mirada profunda que quería contar tantas cosas y palabras que no salían... un abrazo más.
Después de pocos minutos nos sentimos tan cómodos que poco importaba el tiempo, la distancia y las circunstancias que nos habían separado hace tanto.
La última vez que lo vi fue en mis quince años, recuerdo vagamente que no se quedó a terminar la fiesta, la situación ya era tensa. Después de ese día no volví a verlo pero nunca olvidé su rubia melena y esos ojos adornados con la chispa de ser tremendo.
Cuando dejé de verlo era un niño, yo solamente una adolescente despistada, hoy me encontré frente a un hombre completo, padre de 2 larvas enormes y aparentemente feliz.
Puede parecer una pendejada, muchos dirán que el amor se da con la convivencia, yo estoy segura que la sangre llama, que nos reconocemos como seres queridos a pesar de todo lo que hay en contra.
Hoy volví a verlo, a perderme en sus abrazos y a repetirle muchas veces cuánto lo quiero. Fueron menos de 5 horas que compartimos antes de que partiera su avión, pero en pequeños detalles reconocimos cuánto nos parecemos, cuánto queremos recuperar. Primo, que no pasen otros 18 años para volver a abrazarte.

3 comentarios:

LOMMX dijo...

Totalmente de acuerdo, el tiempo no importa cuando te identificas con alguien.

Jo dijo...

creo que puede haber ondanadas de distancias , corrdenadas no previstas y hasta latitudes distintas pero el cariño ahi esta

:)

esos abrazos como se saborean
no?

El monstruo dijo...

El tiempo es incapaz de borrar los lazos fuertemente sustentados.

Bien por tu sangre que tiene la facultad de dividirse en otros seres y volver a ti de tanto en tanto.

Que esos encuentros sean más frecuentes y siempre se vivan con la misma intensa alegría.